Por Gladys Amparo Cumbá Ramírez                                             @gladyscumbá

Nadie nunca imaginó cómo sería vivir una pandemia en nuevos tiempos, en nuestro tiempo; supimos que hacía 100 años que hubo una similar, solo eso. La pandemia de Covid-19 que paralizó el mundo nos tomó por sorpresa pero ya contabamos con avances tecnológicos importantes por la misma evolución de la civilización, de 2020 a 2022 la sociedad tuvo que adaptarse y en el tema de la educación aprendimos mucho, en el tema del trabajo por plataformas virtuales tuvimos que aprender y adaptar nuestras casas.

Si bien la televisión intentó colaborar hoy podemos evaluar y reconocer que aún no hemos aprendido a manejar ese increíble instrumento; por su parte las computadoras y el internet superaron sus expectativas para facilitar o –al menos- realizar el trabajo siempre de manera virtual, las generaciones maduras tuvieron que aprender y adaptarse; para los jóvenes y adolescentes fue más fácil siempre y cuando contaran con una computadora en casa, lo que representó un reto para los chicos que no contaran con computadora e internet se trató de suplir con imaginación, cuadernillos, resúmenes, en fin.

La experiencia de la pandemia exponenció la necesidad de transformar la educación, innovar y profundizar ese viejo proceso de enseñanza-aprendizaje, a pleno siglo XXI no solo en el plano universitario, sino en todos los niveles, para alcanzar máxima eficiencia y garantía de educación de calidad.

Si ese proceso no siguió, no se le dio continuidad, entonces no aprendimos nada de la gran tragedia que significó la pandemia.

La fortaleza de cada nación se deriva de la fortaleza en su educación formal e informal, en el caso de México teniendo en cuenta la situación económica de las familias de escasos recursos el problema se hace más complejo, sin embargo contamos con fortalezas muy importantes como es la educación  básica gratuita y tambien la formación de profesionales y técnicos en escuelas oficiales que brindan acceso masivo a los jóvenes. En nuestro país la educación laica y gratuita es una gran conquista de la Revolución mexicana, que quizá no es suficiente es cierto y que su papel lo ha ocupado las instituciones de educación privada tambien es cierto y representa otra fortaleza, sin embargo falta mucho por avanzar.

Es importante mencionar aquí que el problema del analfabetismo en México en los últimos 50 años ha dismunido considerablemente; en 1970 teníamos un 25.8% de analfabetas arriba de los 15 años de edad y más; para 2020 son solo el 4.7%

Otro aspecto importante destacar es que la inversión en educación que permaneció desatendida se pasó de una Reforma eduicativa que era más una reforma laboral a la revalorización de profesores y profesoras  con la basificaci´pon  de 300 mil manteniendo sus salarios y prestaciones durante la pandemia, con ciclos completos, sin paros laborales; para 2021 se creo el programa “La Escuela es nuestra” cubriendo  a más de 51 mil escuelas , empezando por las de mas alta marginación.

El programa de becas que impulso el Gobierno federal a estudiantes de secundaria, preparatorio y universitarios es un buen aliciente, paleativo  o incentivo, en algo ayuda por su carácter universal. La defensa de la educación normal tambien es importante destacar. Otro aspecto importante es que entre 2018 y 2022 se han creado 145 universidades del Bienestar Benito Juárez y se proyectan crear 55 planteles más hasta alcanzar una red de 200 planteles de educación superior.

Debemos reconocer lo mucho o poco que se ha avanzado, pero también puntualizar las deficiencias. Preguntarnos si aprendimos lo suficiente por la pandemia  para impulsar la educación o avanzamos dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás.

Algunos de los países apostaron en su momento a la educación y se convirtieron en potencias mundiales hoy son –en orden de importancia-; Corea del Sur, Japón, Finlandia, Canadá y Estónia.

En el caso de Japón los alumnos son extraordinarios en matemáticas, lectura y ciencias; la estructura educativa hace incapié especial en la tecnología e innovación, hay una gran competitividad y –lo más importante- la educación en considerada tarea de todos. Se ha destacado que su plan educativo es revolucionario y forma a los niños como “ciudadanos del mundo” no como solo japoneses; actualmente se  está probando en Japón un revolucionario plan piloto llamado «Cambio Valiente» (Futoji no henko), basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius. Es un cambio conceptual. Entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes serán globales, no nacionales. El programa de 12 años, está basado en los conceptos: cero materias de relleno y cero tareas.

 El sistema solo tiene 5 materias, que son:

-Aritmética de Negocios (las operaciones básicas y uso de calculadoras financieras).

-Lectura (empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja y terminan leyendo un libro por semana).

-Civismo, pero entendiendo éste, como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo y el respeto a la ecología y medio ambiente.

-Computación (Office, internet, redes sociales y negocios on-line.

Idiomas).

-4 ó 5 Alfabetos, Culturas, Religiones, entre japonesa, latina, inglesa, alemana, china, árabe; con visitas socializadoras de intercambio a familias de cada país durante el verano.

Ojalá nosotros también aprendieramos de lo que nos ofrece el mundo de manera global.

@gladyscumbá

*Gladys Amparo Cumbá Ramírez es licenciada en Educación con 21 años de experiencia en la docencia, actualmente Maestra de grupo Esc. Primaria y Subjefa Técnica Especialista de Promoción y Vinculación en el CONALEP CANCÚN III. Ex Subdirectora en la Escuela Primaria Itzamna Montessori 2008, excoordinadora de Orientación educativa 2019, ha participado en el 15° Congreso Internacional “Políticas Públicas para la Atención de las Adicciones”, en el 19° Congreso Internacional de Adicciones “Patología Dual y comorbilidad Asociadas al uso de sustancias” impartido por Centros de Integración Juvenil.  Estudiante del Doctorado Ciencias de la Investigación de la Educación 2023.

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