Una profesora de español de 52 años fue asesinada la mañana del miércoles en un instituto de Saint-Jean-de-Luz, en la frontera franco-española, apuñalada por un estudiante de 16 años que “justificó” su crimen declarando a la policía: «Escuché voces, la noche pasada, diciéndome que debía matar a la maestra».
El jovencísimo criminal fue detenido con mucha rapidez. El colegio fue acordonado. Profesores y alumnos estuvieron recluidos durante varias horas, antes que la policía autorizase la salida, ante varios centenares de padres de familia, alertados, que intentaban tener noticias y acompañar a sus hijos.
El fiscal del Estado de Bayona declaró a última hora de la mañana que, «en principio, no se descarta ninguna hipótesis, pero parece descartarse un motivo terrorista, privilegiándose la pista de un crimen consecuencia de graves trastornos psiquiátricos».
Ola de violencia contra el profesorado
El asesinato de la profesora de español es el primero, desde hace dos años, de un miembro de la comunidad educativa apuñalado durante el ejercicio de sus funciones.
Por el contrario, el sistema educativo francés es víctima, desde hace años, de un rosario de violencias crecientes, de todo tipo: agresiones entre alumnos, acoso de alumnos y profesores por razones muy diversas (homosexualidad, racismo), violencia «gratuita».
Durante el último semestre se registraron una docena de agresiones de importancia muy diversa, en varias capitales de provincias y la ‘banlieue’ / suburbios de París, que viven, desde hace año, un “clima” de tensiones graves y menos graves.
Con esos antecedentes, el asesinato de la profesora de español, en Saint-Jean-de-Luz, ha causado una muy viva emoción nacional. Olivier Véran, portavoz del gobierno de Emmanuel Macron, se apresuró a declarar la solidaridad con la familia, los colegas y alumnos. Pap Ndiaye, ministro de Educación, presidirá la tarde del miércoles varios actos de acompañamiento y solidaridad nacional.
Fuente: Excelsior.