La oportunidad podría ser la última para la coalición PAN-PRI. Particularmente en Quintana Roo, las dirigencias estatales de ambos partidos están, ahora más que nunca, obligadas a capitalizar el mayor número de votos posibles a su favor, en las elecciones del próximo 1° de junio.

Y lo anterior, sólo se puede alcanzar con un verdadero trabajo de liderazgo local y gestión, para presentar ante sus dirigencias nacionales las fórmulas y candidatos que garanticen una mayor y verdadera rentabilidad electoral.
En la actual coyuntura político-comicial no hay más: los partidos de oposición (PAN-PRI-MC) deberán jugar a ganar, y no a simular que contienden. Está de por medio incluso su existencia como partidos, pues una muy baja captación de sufragios puede provocar la pérdida de su registro.
Dado que en Morena ya están casi definidas todas las postulaciones, gran parte de la atención pública está centrada en la alianza PAN-PRI, que con Lily Campos en Solidaridad tiene casi en las manos el triunfo, mientras que en el resto de los municipios continúa el estira y afloja para definir las listas que se enviarán a los mandos nacionales, quienes dirán la última palabra.
El gran problema es que en este proceso local la tentación de favorecer a los amigos y familiares pueden llevar a la mancuerna Reyna Tamayo Carballo y Germán González Pavón, presidenta y secretario general del PAN en el estado, respectivamente, a cometer un error mayúsculo, ya que pretenden que el hijo y homónimo del segundo, Germán González, se quede con la candidatura a la presidencia de Othón P. Blanco, simplemente para simular hacer campaña y recibir, tras su lógica derrota, la típica regiduría plurinominal de consolación.
Lamentable postura, pues ese tipo de afanes representan el peor escenario para el PRI y el PAN en Quintana Roo, aunque se dice que la dirigencia nacional y los demás altos órganos de gobierno del PAN, ya están al tanto de este tipo de penosas pretensiones.
Ya se ha visto, como se pudo observar este sábado último en la sede estatal del blanquiazul, que el reconocido abogado y académico, Hassan Medina Rodríguez, cuenta con un evidente y amplio respaldo ciudadano, y de ello han dado cuenta también dos estudios de opinión.
Hassan Medina en Othón P. Blanco y Lily Campos en Solidaridad, representan ya un muy valioso activo electoral para el PAN-PRI, pues su solvencia profesional y como servidores públicos, al igual que sus resultados y labor a favor de la ciudadanía, son garantía de triunfo para la alianza tricolor y blanquiazul, que en esta contienda que se avecina debe y puede conseguir mucho más que una raquítica regiduría plurinominal para el hijo del secretario general del partido en la entidad.
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