Por Eduardo Camacho Rivera
Columna Trasfondos
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) fue -por decir lo menos- un regular partido de oposición, y es ahora un pésimo partido en el poder. Su gran artífice y su razón de ser y sobrevivir es -o era- Andrés Manuel López Obrador. Él es el gran símbolo político del morenismo, y gracias a su posición presidencial y a su popularidad, Morena ha evitado hundirse en las turbias aguas de la política mexicana.
Pero es un partido débil, sni vida política propia, sin una estructura solida y real, ni mucho menos con dirigentes partidistas capaces. Han dejado sólo a Andrés Manuel López Obrador en muchos de sus controvertidas decisiones y dificultades. El morenismo no ha sido un eficiente y oportuno acompañante de AMLO.
En el caso de nuestro Quintana Roo, el caos no ha sido la excepción para Morena, con toda la serie de desatinos, con las pugnas intestinas, y con los personajes de dudosísima solvencia moral y política que han arribado a cargos de elección popular en forma oportunista, y gracias a la marca AMLO en las boletas electorales.
Esta semana ha llamado mucho la atención lo referente a la selección de las y los candidatos de Morena a las presidencias municipales de Quintana Roo, todo ello bajo la “coordinación” de Oscar Cantón Zetina, el delegado enviado por el CEN de Morena para la Tercera Circunscripción que comprende a todo el sur-sureste de Mexico. Casi medio país.
Si de por sí las campañas “negras”, los “chapulineos” y las negociaciones en la oscuridad en pos de las nominaciones morenistas estaban en su máxima intensidad, con Cantón Zetina el fuego se avivó. El ex senador tabasqueño simplemente llegó a imponer candidatos a rajatabla.
Se habla de una “danza” de millones de pesos, de “encuestas” simuladas y, en concreto, de la millonaria venta de candidaturas. En Tulum, por ejemplo, el joaquinista Alberto Portilla Manica no pudo, con todo su potencial economico, acceder a la postulacion morenista para ese municipio.
Se ha mencionado que Marciano Dzul, ex presidente municipal por el PRI en ese mismo municpio de Tulum, decía orgulloso que disponía de una jugosa bolsa de 100 millones de pesos para comprar la candidatura. Y obtuvo la nominación por Morena.
Laura Beristain, la actual y muy cuestionada alcalde de Solidaridad, logró por igual agenciarse la postulación de Morena para buscar su reelección.
Dsde su llegada, a inicios del año, las suspicacias hacia Cantón Zetina empezaron a surgir. Muy pronto diversos aspirantes a las postulaciones del Morena, advirtieron que el delegado de Morena era bastante proclive y condescendiente con los grupos de gran poder económico.
La situación es delicada para Morena, porque fueron impuestos candidatas y candidatos que están condenados al fracaso.
Las inconformidades y el descredito también están en presentes en otros municipios como Othon P. Blanco y Benito Juárez, y en general las expectativas electorales para Morena se anticipan complicadas para el próximo 6 de junio, cuando se celebre la elección.
Por supuesto, hay un evidente repudio hacia el delegado Oscar Cantón Zetina, y ante la desaseada elección, o mejor dicho imposición, de algunos candidatos y candidatas, el partido luce resquebrajado y ante la posibilidad de registrar severos reveses en las elecciones del próximo 6 de julio.
Los aspirantes inconformes no sólo han recurrido a los tribunales electorales, sino que han señalado el cumulo de irregularidades y sospechas que pesan sobre Cantón Zetina, quien probablemente tiene los días contados como el representante del CEN de Morena en todo el sur y sureste de México.
Recordar que aún falta definir a los candidatos a diputados locales y federales en Quintana Roo, y la situación está que arde. No es para menos. Con Oscar Cantón Zetina, Morena y el propio AMLO tienen al enemigo en casa.
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