A medida que las personas en todo el mundo lidian con la posibilidad de vivir con el coronavirus en el futuro próximo, ha surgido una gran pregunta: ¿en cuánto tiempo van a necesitar otra dosis de la vacuna?

El Times  Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos.
Según una serie de nuevos estudios, no será necesario sino hasta dentro de muchos meses, y quizás algunos años.

Las investigaciones sugieren que tres dosis de una vacuna contra la COVID-19 —o incluso solo dos— son suficientes para proteger a la mayoría de las personas de enfermedades graves y la muerte durante mucho tiempo.

“Estamos comenzando a ver rendimientos decrecientes con respecto a la cantidad de dosis adicionales”, dijo John Wherry, director del Instituto de Inmunología de la Universidad de Pensilvania. Aunque las personas mayores de 65 años o con alto riesgo de enfermarse pueden beneficiarse de una cuarta dosis de la vacuna, podría ser innecesaria para la mayoría de las personas, agregó.

Las autoridades federales de Estados Unidos de salud también han afirmado que no planean recomendar una cuarta dosis pronto.

La variante ómicron puede esquivar los anticuerpos —moléculas inmunitarias que evitan que el virus infecte las células— producidos tras dos dosis de una vacuna contra la COVID-19. Pero una tercera dosis de las vacunas de ARNm fabricadas por Pfizer-BioNTech o Moderna impulsa al cuerpo a producir una variedad mucho más amplia de anticuerpos lo que, según el estudio más reciente, sería difícil de evadir para cualquier variante del virus.

El estudio sugiere que el diverso repertorio de anticuerpos producidos debería bastar para proteger a las personas de nuevas variantes, incluso aquellas que son muy diferentes a la versión original del virus.

“Si las personas se exponen a otras variantes como la ómicron, ahora tienen recursos adicionales para combatirla”, dijo Julie McElrath, médica de enfermedades infecciosas e inmunóloga del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle.

Fuente: New York Times.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *